La disfagia a líquidos es el término médico para referirnos a la aparición de tos o sensación de atragantamiento después de la ingesta de líquidos. En estos casos es necesario adaptar la viscosidad de los líquidos a la recomendada para cada uno.

Las texturas pueden ser tipo néctar, miel o más espeso como el pudin. Para adaptar la viscosidad pueden utilizarse espesantes comerciales o alimentos naturales.

Es importante que estés bien despierto a la hora de beber líquidos y, en ningún caso, lo hagas si te encuentras somnoliento.

Te ayudará a tener un mayor control de deglución a la hora de comer o beber estar en un ambiente relajado sin distracciones como la televisión, y manteniendo una correcta posición corporal sentado lo más incorporado posible.

Es recomendable evitar los alimentos o los platos con dobles texturas como la sopa de fideos o la sandía, los alimentos fibrosos o con filamentos como la piña, y los que se desmenuzan fácilmente cuando los masticas, como las galletas o el pan tostado.  

Es necesario mantener una buena hidratación adaptando la viscosidad de todos los líquidos que ingieras durante el día, ya sean zumos, agua, refrescos o caldos.