Algunos pacientes tienen la sensación de alteración del gusto durante el tratamiento.Se denomina médicamente como disgeusia. Puede aparecer un sabor metálico, amargo o desaparecer total o parcialmente los sabores. La disgeusia puede alterar de forma significativa las ganas de comer y el placer por la comida. Una buena higiene bucal antes y después de cada comida, os puede ayudar.

Algunos de los alimentos que más alteran su sabor son la carne y el pescado, importantes durante el tratamiento, así que intentad enmascararlos con salsas o condimentos. Un buen truco es probar alimentos o platos a los que no estéis acostumbrados, como de otros países o combinaciones de dulce y salado en un mismo plato. Si aparece el sabor metálico, utiliza cítricos tipo naranja, limón o kiwi. En caso de desaparición del sabor, usad condimentos más intensos o potenciadores del sabor. 

No os desesperéis, intentad comer diferentes alimentos en diferentes momentos del día. El gusto no se recupera de forma repentina, sino progresivamente.