El consejo del cocinero
“El plato se presenta como un mosaico de colores con las diferentes elaboraciones trituradas”
1 cebolla mediana | |
250 g de garbanzos cocidos | |
Cáscara de limón | |
1 diente de ajo | |
2 hojas de laurel | |
200 g de espinacas | |
Sal | |
Pimienta | |
Aceite de oliva virgen |
1. | Cortamos la cebolla y el ajo en juliana. |
2. | Salteamos la cebolla y el ajo en una sartén con aceite. La cebolla debe soltar los azúcares. Para aromatizar añadimos el laurel y la cáscara del limón. Cuando haya cogido sabor, los retiramos. |
3. | Escaldamos las espinacas frescas con agua y sal durante 2 minutos para que no pierdan minerales. Si son congeladas las hervimos durante 10 minutos. |
4. | Por un lado, trituramos los garbanzos con la mitad de la cebolla y el ajo sofrito, y un poco de pimienta. Lo ponemos como base del plato. Debe tener una textura fina y sin grumos. |
5. | Por otro lado trituramos las espinacas con su agua, y la otra mitad de cebolla y ajo. Debe tener una textura fina y sin grumos. Con la ayuda de una manga pastelera dibujamos puntos verdes sobre la base de garbanzos. |