Aunque no hay alimentos que por sí solos eviten el cáncer ni las recaídas, la ciencia ha demostrado que un buen estado nutricional y un peso saludable mejoran la salud general de las personas que han superado la enfermedad. Además se reduce el riesgo de desarrollar otras afecciones médicas, como problemas cardíacos, óseos o diabetes tipo 2.
La comunidad médica te da estas recomendaciones:
- Come cada día al menos 5 raciones de fruta o verdura, preferentemente de temporada y de proximidad. Cuanta más variedad de color, mejor. Y puedes combinar piezas crudas con piezas cocidas.
- Opta por las versiones integrales de los cereales, como el arroz, el pan o la pasta porque contienen más nutrientes que las versiones refinadas.
- Come al menos 2 o 3 veces por semana legumbres, como las lentejas, los garbanzos o las judías. Además, si los combinas con cereales, como el arroz o el maíz obtendrás una proteína tan completa como la de la carne o el pescado.
- Incorpora 2 o 3 raciones de lácteos al día, como yogur, leche o queso; mejor si son bajos en grasa.
- También es muy beneficioso ingerir cada día frutos secos porque contienen muchos nutrientes.
- El aceite de oliva virgen debe ser el protagonista a la hora de aliñar y de cocinar.
Es tan importante aquello que tienes que comer cómo lo que has de reducir o evitar.
- Limita el consumo de carne roja, como la ternera, el cerdo o el cordero, a dos raciones por semana. Y si comes carne procesada, como las salchichas o los embutidos, hazlo sólo ocasionalmente.
- También debes evitar al máximo los alimentos ultraprocesados porque suelen ser ricos en azúcares, grasa y sal.
- En cuanto a las bebidas, reduce tanto como puedas las azucaradas, incluidos los zumos. Limita al máximo el consumo de alcohol.
- Y no te olvides de otro aspecto fundamental, si eres fumador es el momento de dejarlo porque el tabaco aumenta claramente el riesgo de tener cáncer.
Un consejo final para incrementar el efecto beneficioso de este cambio de hábitos es incorporar 1 hora de actividad física moderada 3 veces a la semana.
Como cada persona es diferente, habla con tu especialista para saber si tienes alguna necesidad concreta
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